Es filósofo y psicoanalista. Nacido en Argentina, se exilió en Francia a finales de la década de 1970. Es autor de más de veinte libros de ensayo.
Leer másEl cerebro humano conoce, estudia, se explica cosas y comprende, al punto de que ha llegado el momento en que su objeto de estudio es él mismo. El conocimiento del cerebro por sí mismo implica el derrumbe de muchas creencias y fundamentos de la cultura occidental. A la vez, los potentes y recientes descubrimientos en esta área van acompañados de la posibilidad–y del deseo– de modificar y acrecentar sus capacidades, así como de reducir sus debilidades y “defectos”. Lo que se pretende es “aumentar” el cerebro y sus potencialidades hasta rozar la “perfección”. Somos hombres y mujeres nuevos, con un cerebro cada vez más grande y un cuerpo que no importa, una historia personal que no interesa, una evolución y un ambiente que tampoco resultan relevantes. Lo disfuncional es “mejorable”, adaptable, mediante mecanismos farmacológicos que afectan el cerebro. No se trata de respetar las diferencias sino de sanar ese cerebro insano. El cerebro aumentado, el hombre disminuido muestra cómo el avance en el estudio del cerebro y las neurociencias nos ha llevado a comparar nuestro cerebro con una computadora. Se trata, entonces, de optimizarlo.
Es filósofo y psicoanalista. Nacido en Argentina, se exilió en Francia a finales de la década de 1970. Es autor de más de veinte libros de ensayo.
Leer más