Su niñez se caracterizó por una inquietud constante de superación. Formó parte del Ballet de Amalia Hernández, párticipó en varios programas de televisión, trabajó como payaso y mago para pagar sus colegiaturas del Seminario y se fue en calidad de "bracero" a Estados Unidos, donde laboró en el estadio de los Dodgers de los Ángeles.
Después de ser ordenado fue enviado a Roma para completar su formación. Ha escrito más de 200 artículos en periódicos y revistas.