A Josefina no le gusta mucho ir a la escuela porque sus compañeros de clase se burlan de ella. Un día, en el bosque, encuentra y hace amistad con Hugo, un niño que parecía misterioso pero que no lo era. Hugo era muy mañoso y sabía cosas sorprendentes. Parecía muy diferente de los demás niños que Josefina conocía. Cuando en la escuela la niña les hablará del chiquillo del bosque, todos supondrán que se trata de simples imaginaciones. En este sencillo planteamiento se basa Maria Gripe para desarrollar una historia deliciosa, llena de delicadeza, aleccionadora en alto grado. Una historia de la que, además, se hizo una película que fue galardonada con la “Concha de Plata” en el Festival de San Sebastián y con “Gran Premio Asturias” en el Festival de Gijón.