La segunda guerra mundial ha terminado, pero Henry sigue librando sus propias batallas. Triste y abatido por la muerte de su padre como héroe de guerra, la única distracción de Henry es el cine. Sin embargo, su vida va a dar un giro de 360 grados. Henry descubre un vieja cámara de filmar que le desvelará un misterio que transformará su vida en un guión cinematográfico. Como una bomba a punto de estallar, el descubrimiento de Henry va a hacer añicos su mundo.
“Una rica historia que pone los pelos de punta. Varias veces he llorado y sólo los más grandes autores de ficción para niños tienen la habilidad de tocarte el corazón.” The Times.
“Una novela tan gloriosa como un espectáculo de una mañana de sábado.” Guardian.
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