Tuvo su primer roce con la traducción cuando leyó una edición de Crimen y castigo de Penguin Classics mientras trabajaba en la cabina del guarda en el aparcamiento del Southend Airport; ese mismo verano consiguió su primer empleo como intérprete: ayudar a un vendedor de marisco a importar ostras portuguesas de un intermediario en Francia. Más tarde enseñó lengua y literatura francesas en Edimburgo, Southampton y Manchester, pero sólo cuando se topó con La vida instrucciones de uso, de Georges Perec, y se convenció de que la obra tenía que poder leerse en inglés, se atrevió a pensar que también él podía convertirse en traductor. Desde entonces ha traducido numerosos libros del francés y ha ganado muchos premios, entre ellos el primer Man Booker International Translator’s Award y el Goncourt de biografía por la traducción francesa de Georges Perec: A Life in Words.
Ahora es profesor de Francés y Literatura Comparada en Princeton, donde dirige el Programa de Traducción y Comunicación Intercultural. Está firmemente convencido de que incluso las cosas más difíciles y complicadas pueden decirse en una prosa sencilla y comprensible.