Fue catedrático de Neurología y Psiquiatría en la Universidad de Viena, centro en el que había cursado medicina especializándose en neurología y psiquiatría. Trabajó en uno de los pocos hospitales vieneses que admitían judíos durante la ocupación nazi y en 1941 fue deportado a un campo de concentración junto a toda su familia.
En 1945 vuelca toda su dramática experiencia en El hombre en busca de sentido. El análisis psiquiátrico que contiene, está considerado el fundamento de la logoterapia, denominada por algunos autores como la «tercera orientación vienesa de la psicoterapia», después del psicoanálisis y la psicología individual.